Sin lugar a duda la pandemia del CORONAVIRUS (COVID-19) ha impuesto rutinas en nuestras vidas tanto a nivel personal como laboral y, lejos de ser de carácter temporal, se proyectan como permanentes. Una de ellas tiene que ver con el lavado de manos, que vuelve luego de haber permanecido dejada de lado.
Varias generaciones crecimos con ella como parte de las normas impuestas en casa para preservar nuestra salud y frenar las “bacterias y gérmenes” a los que con frecuencia hacían referencia nuestros padres y maestros. Ahora las autoridades sanitarias y laborales le han agregado métodos y sustancias que potencian esta tradicional práctica de limpieza personal.
Con el fin de prevenir el coronavirus, conviene realizar una higiene de manos frecuentemente con agua y jabón o con gel alcoholado. Los especialistas recomiendan lavarse las manos cada 30 minutos, preferiblemente.
Además, es especialmente importante lavarse las manos en las siguientes situaciones:
• Al llegar y salir del área de trabajo, baños y cocina.
• Antes o luego de tocarse la cara, nariz, ojos o boca.
• Después de toser o estornudar.
• Previo y luego de colocarse o retirarse las mascarillas que protegen nuestra boca y nariz.
• Al tocar superficies de uso común o de alto contacto.
• Cuando se cambia de actividad, por ejemplo: cuando terminamos de almacenar unas cajetas y empezamos a ordenar documentos, es necesario lavarnos las manos.
• Previamente y después de ir al baño a realizar nuestras necesidades fisiológicas.
En tiempos de COVID-19…lo mejor es la prevención.